Ordenan la detención de una banda mixta dedicada a la trata de personas

 La Plata

Fueron procesados por los delitos de “Promoción y facilitación de la prostitución de personas mayores, explotación económica de la prostitución e infracción a la ley de profilaxis”.

Archivo internet

 

 Una banda dedicada a la explotación sexual de mujeres pobres fue detenida y procesada por los delitos de “Promoción y facilitación de la prostitución de personas mayores, explotación económica de la prostitución e infracción a la ley de profilaxis”, según se lee en la orden de detención a la que accedió Online-911.

Los detenidos son sospechosos de obligar a 22 mujeres a ejercer la prostitución en una marco de desprotección y degradación de la condición humana.

Las detenciones se dieron en el marco de la mega causa por trata de personas que investiga el fiscal Fernando Cartasegna, titular de la Unidad Funcional de Investigación y Juicio número 4 de La Plata.

El funcionario ya realizó más de cien allanamientos en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, pero en la última redada realizada en la capital bonaerense obtuvo un testimonio de suma importancia. Una de las mujeres esclavizadas rompió “el pacto de silencio” y reconoció “quién administra y quién percibe el producido del comercio sexual”.

Como resultados de los operativos, los investigadores secuestraron “gran cantidad de preservativos, cuadernos que demuestran pases sexuales, y juguetes sexuales, donde se especifican los nombres, valores y características del servicio prestado, elementos estos que denotan la actividad sexual llevada a cabo en el lugar”, se detalla en el expediente en curso.

El fiscal consideró que con las pruebas obtenidas se acreditó “que las cinco personas imputadas formaban parte de un grupo organizado para promover, facilitar y explotar económicamente la prostitución en ya tres casa de tolerancia, instigando en forma constante el concubito de varias personas y la clandestinidad del comercio sexual elusiva de la actividad investigativa”.

Cartasegna entendió que en la investigación “ha quedado plasmado que suministraban facilidades inmobiliarias, telefónicas, de acceso, ejerciendo a su vez el control de las jóvenes mencionadas, manteniéndolas en su mayoría en los domicilios allanados y bajo la fachada de viviendas familiares que recibían clientes e intercambiaban sexo por dinero”.

Sobre los autores de los delitos, los investigadores concluyeron que los detenidos “mantenían un rol asignado y en cada casa de tolerancia regenteaban la actividad, obtenían el producido de la misma y suscribían distintas modalidades locativas para disfrazar la verdadera gesta emprendida”.

Las víctimas estaban en una situación de “vulnerabilidad” que eran obligadas a prostituirse en un marco de “hacinamiento y medidas de control para lograr que las jóvenes se mantuvieran en las casas de tolerancia aunque el trato fuese inhumano, la falta de higiene absoluta y la protección de la salud sexual caracterizada por su ausencia”.

Las jóvenes eran obligadas a brindar servicios sexuales “en sótanos o en lugares absolutamente impensados e inesperados”. Además les suministraban anticonceptivos inyectables  y las alimentaban en “viandas escuetas”.

“La situación abusiva de la vulnerabilidad, aprovechamiento de la pobreza de los sujetos pasivos y la colocación en situación de clandestinidad de la tarea que desempeñan, llegando incluso, en un principio a adoctrinarlas (a las jóvenes que ejercían prostitución) para que contestaran ante los requerimientos investigativos que ellas mismas se encargaban del regenteo, control y sostén de todas las casas de tolerancia, permite presumir  sin hesitación alguna un absoluto abuso de relación de dependencia , de poder, engaño e intimidación que crea un campo fértil para la dominación de la psiquis de las jóvenes trabajadoras en desmedro de cualquier tipo de consentimiento, el que se encuentra totalmente viciado”, sostuvo en fiscal.

Los acusados impedían “que sus víctimas tuvieran acceso a condiciones mínimas de vida, con la finalidad de obtener beneficios económicos, satisfaciendo deseos sexuales de terceros y colocando a sus víctimas en una constante situación en la que la prostitución se les hace creer como necesaria”.

Los acusados desplegaron su coartada al declarar que los jóvenes ejercían la prostitución  voluntaria y autogestionada, pero las pruebas obtenidas por el fiscal van en sentido contrario a esa versión.