El programa en cuestión fue lanzado a fines de 2010
por el ex intendente Miguel Lifschitz como una herramienta del Estado
municipal para paliar el déficit habitacional de familias con ingresos
medios, de 3.500 a 7.000 pesos mensuales. Para la primera etapa se
habían proyectado 144 unidades en los seis ejes distritales de la ciudad
de entre 50 y 60 metros cuadrados cada uno, de dos o tres dormitorios
con cocheras y financiamiento del Banco Municipal a un costo final de
entre 60 y 70 mil dólares.
La expectativa fue tal que en la jornada que se abrió
la inscripción, el 16 de noviembre de 2010, hubo largas colas en la
sede del SPV en Paraguay al 100. Cuando se venció el plazo, la
Municipalidad había contabilizado más de 1.600 familias anotadas, sólo
para los 23 departamentos que se iban a levantar en el Distrito
Noroeste, en Mendoza y Matienzo.
Un año y medio después de aquella masiva
convocatoria, la obra aún no comenzó. Fue adjudicada en agosto de 2011 a
la constructora Dinale S.A y según anunció esta semana a LaCapital el
director del SPV, Raúl Alvarez, los trabajos se iniciarán "en breve, en
el transcurso de los próximos 30 a 45 días".
El funcionario confirmó que una vez destrabadas las
partidas, unos cinco millones de pesos producto de ajustes
inflacionarios, la firma adjudicataria tendrá 18 meses para entregar las
viviendas a los beneficiarios del sorteo.
Alvarez confió además que días atrás analizó con la
intendenta Mónica Fein el destino que tendrá el resto del programa,
proyectado para toda la ciudad. "La idea es avanzar hacia una
reconversión del plan, profundizando las gestiones con Nación y la
provincia para conseguir créditos a tasas accesibles para la clase
media, evitando superponer esfuerzos", indicó.
El director del SPV admitió que una de las razones
que más incidió para dejar de lado la propuesta original fue la cuestión
presupuestaria, ya que si bien el financiamiento corría por cuenta del
Banco Municipal y se apostaba a la devolución integral del crédito por
parte del beneficiario, los terrenos eran aportados por el municipio y
la logística general también estaba a cargo de la Municipalidad.
"Ya hemos tenido algunos contactos informales con
autoridades del Banco Nación para tratar de conseguir líneas crediticias
accesibles para la clase media, y estamos en contacto también con el
gobierno provincial, que tiene varias ideas en carpeta para estos
sectores con la intención de poder aportar distintas alternativas a las
familias interesadas", remató Alvarez.
La Capital