El lugar estuvo clausurado desde la muerte del ex presidente, pero ahora está siendo refaccionando. La agrupación K también podría quedarse con otras oficinas ubicadas en el tercer piso del Palacio.
Parecía intocable o reservado únicamente para su hijo Máximo, si alguna vez accedía a una banca. Nada de eso. A poco más de un año de su fallecimiento, el despacho que utilizó Néstor Kirchner en el Congreso, uno de los más amplios y más codiciados, está siendo remodelado nuevamente. La última vez había sido en el verano de 2010, previo al debut del ex presidente como diputado. El dato colorido acaba de cobrar relevancia política. Muy sensible para la simbología kirchnerista, la oficina (son varias conectadas entre sí) ya fue reclamada por los principales referentes de La Cámpora en el Congreso, confirmaron a Clarín diversas fuentes del bloque oficialista.
La decisión sobre su destino quedó en manos del presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, quien no tendría ninguna voluntad de negarse al pedido pese a las quejas -silenciosas- de otros diputados oficialistas que pretenden ese lugar de privilegio y estatus parlamentario.
Los trabajos en la oficina arrancaron a principios de este mes. Actualmente se están remodelando las oficinas 334, 336 y 338. No se ven detalles de lujo. Apenas un pulido de los pisos de madera, equipos de aire nuevos y una nueva capa de pintura. En la oficina 332, bloqueada por una faja con la leyenda "antes de abrir consulte en dirección de seguridad", quedaron algunos muebles apilados. Todas se comunican por un pasillo y son parte del despacho que utilizó Kirchner durante su breve paso por Diputados.
En principio, el lugar no sería asignado a ningún diputado camporista. La agrupación que lidera el hijo del ex presidente pretendería el despacho de Kirchner, con comodidades únicas, para reuniones y actos políticos.
"Aún no hay una decisión administrativa", confirmaron altas fuentes de la Cámara. El tema tampoco se resolvería antes del jueves, cuando Cristina Kirchner inaugure las sesiones ordinarias.
Con menores chances, otra posibilidad es que la oficina vuelva a la vicepresidencia primera, ahora a cargo de Norma Abdala de Matarazzo, una diputada de Santiago del Estero que llegó a ese lugar de manera sorpresiva tras una propuesta del presidente del bloque K, Agustín Rossi. Antes de Kirchner, su inquilina había sido Patricia Vaca Narvaja, que ostentaba ese mismo cargo.
En realidad, el ex presidente casi no la usó. Apenas fue dos veces durante su mandato: el día de su jura, en diciembre de 2009, y la noche del debate por la ley de matrimonio igualitario. Luego de su muerte, se clausuró y muy pocas personas podían ingresar.
Entre las comodidades que todos los diputados envidian, se destaca un acceso directo hacia el despacho del jefe del bloque oficialista, y un ascensor propio que permite acceder directamente al estacionamiento.
No es el único cambio que genera roces en el tercer piso del palacio del Congreso. La diputada de Unión por Todos, Patricia Bullrich, que quedó al frente de un monobloque, tuvo que abandonar su oficina el viernes pasado tras un pedido oficial de la presidencia de la Cámara. En su entorno sospechan que ahí podría recalar algún diputado camporista. Los máximos candidatos son Eduardo "Wado" De Pedro y Andrés "Cuervo" Larroque, con peso propio dentro de la agrupación. También se tendría que mudar al edificio anexo la diputada Ivana Bianchi (Compromiso Federal-San Luis).